CUATRO POEMAS

ADRIANA ALTAMIRANO
INFELICIDAD
Desde el pequeño balcón
surgía la montaña.
El verde exuberante
congelaba el cuerpo delgado.
La barandilla de hierro forjado
era libertad y prisión.
En ese momento todo era realidad.
De pie, desnudo
el cuerpo todavía excitado
preguntaba: ¿eres feliz?
La cabeza vacía
el corazón alquitranado.
Las palabras contaban poco.
Respondió:
tienes una bella espalda.
EL ÚLTIMO TREN
El milagro de los cuerpos.
Tocar las vértebras de la espalda
una a una.
Inhalar el olor del cabello
perderse.
Besar las uñas agrietadas
orillas de conchas.
El cuerpo ambarino
a punto de marchitarse.
El milagro de recibirte vacío.
El sexo durmiente
entre blancos de fiandra.
Susurrabas
eres mi último tren
el último.
El último.
HABÍA UNA VEZ UNA SALA
Sentada en el escalón de la entrada
escucho el silencio de la sala
la habitación tiene un aspecto enfermizo
un color ámbar, pálido.
Los recuerdos suspiran melancólicos,
polvo sobre el polvo, estornudo.
El tiempo de la abundancia terminó
el brillo de la plata y
las copas champañeras
aparecen como instantáneas del pasado.
Sumida en un sueño de pensamientos
envejezco.
Del techo un goteo de lágrimas cae,
un tazón las recoge,
manchas en el muro dibujan mundos
en el suelo el mármol de Carrara se rompe.
Una cadena de insectos desfila en las grietas
la espalda curva agobiada.
Las arañas bordan con destreza cortinas de encaje
destellos de luz se filtran por las persianas.
Las salamanquesas pasean en los muros,
con su andar de infinita levedad.
La garganta se ahoga
sollozo.
Fantasmas de bellas señoras
sentadas en el viejo diván endurecido
escuchan una historia de amor.
El carrillón sin bailarina gira desconsolado.
Afuera las hojas de las palmas se frotan entre sí.
Y el tiempo pasa.
HE APRENDIDO
No soy capaz de vivir sin angustia,
cuando menos me lo espero
se presenta arrastrándose en el esternón,
mete raíces entre las costillas.
Escribo buscando respuestas y consuelo.
He aprendido de la vida que al corazón
hay que tenerlo con correa
una de esas que se extienden o se acortan
según el momento.
Esto he aprendido.