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jueves, marzo 28, 2024

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¿Hasta cuándo señor Presidente? 

Por: Rosa Elena González

Todos los días medios de comunicación y redes sociales dan cuenta de acontecimientos violentos, de hechos donde hasta “maestros y estudiantes” insultan y agreden a elementos de seguridad mientras ellos no pueden ni defenderse ya que después los andan acusando de atentar contra el pueblo.  

Es lamentable que en nuestro país cada vez se vean más manifestaciones, sin sentido ni motivo, casetas tomadas por los normalistas de Ayotzinapa a quienes la verdad el asunto de los 43 desaparecidos es lo que menos les importa ya que solo han utilizado ese motivo como bandera para exigir prebendas y delinquir sin que la autoridad haga algo para reprenderlos.  

Son más delincuentes que estudiantes, se sabe porque son los que roban camiones con mercancía de empresas privadas, secuestran autobuses, cobran cuotas en las casetas, bloquean carreteras y pues le están robando a la nación, atentando contra el libre tránsito, la sociedad y las fuentes de empleo.  

Igual sucede con maestros de la CNTE que exigen plazas y más beneficios, pero no se les ve en las aulas desquitando su sueldo, en lugar de estar educando a las nuevas generaciones están delinquiendo y el gobierno federal sigue sin poner un alto y permitiendo hagan bloqueos a las vías férreas causando con ello millonarias pérdidas a las empresas y la nación.  

Lo peor es que en cada acción de esas resultan heridos o hasta pierden la vida elementos de seguridad, de la Guardia Nacional, ellos son los que tienen que aguantar insultos y agresiones sin poder ni siquiera disparar al aire, les incapacitan hasta para detener a los rijosos y cuando llega a suceder, que capturan a los causantes de los bloqueos o actos violentos, luego luego  les liberan como sucedido en días pasados cuando unos “estudiantes”, que no eran otra cosa que delincuentes vestidos de normalistas de Ayotzinapa, asaltaban una caseta de cobro.  

En ese momento la Guardia Nacional se apostó en el lugar para impedírselos, se supo que llegaron en camiones que habían secuestrado, que iban cargados de explosivos, piedras y un sinfín de artefactos que utilizaron para agredir a los elementos del ejército, se detuvo a algunos, pero más tardaron en detenerlos que en soltarlos, los Derechos Humanos parece estar con la delincuencia y no con quienes quieren poner orden.  

Aparte de que los “estudiantes” irresponsablemente atentaron, no solo contra los elementos de seguridad sino contra la gente que se encontraba cerca del lugar pues pusieron un camión en movimiento, sin conductor lo que pudo causar una desgracia mayor, hubo policías muy malheridos, le repito, hubo detenidos, varios rijosos que dañaron a los uniformados que siguen hospitalizados por la gravedad de sus heridas y los delincuentes puestos en libertad. 

¿Usted cree que eso es correcto, que ese es el México que merecemos?, claro que no, se requiere un país con orden, que se aplique la ley, pues aquí y en China lo que hicieron los “estudiantes” fue un atentando, además de otros delitos y debe ser castigado.  

Dicen los estudiantes que cobran cuotas y roban por necesidad, seguramente quienes trabajan honradamente lo hacen por gusto solamente.  

Para colmo, en la mañanera el Presidente solo hizo un llamado a los estudiantes para que se portaran bien, no, no señor, eso no los detendrá, mientras no se aplique la ley todo seguirá igual o quizá empeorara, urge que les brinde garantías a los ciudadanos y los elementos de seguridad sepan que su trabajo vale y se respeta, no que los manden a los conflictos para recibir la peor parte.  

Mientras se continúe con esa política, que se permita que los delincuentes maltraten y humillen a los elementos de la Guardia Nacional, que los ciudadanos tengan que pagar cuotas y aguantar a delincuentes y el Gobierno siga sometido a los caprichos de grupos de delincuentes disfrazados de maestros o estudiantes este país no tendrá orden, seguridad o estabilidad, ya de la educación mejor ni hablamos. 

La esperanza de México es ya un peligro para la nación, razón por la que buena parte de la población en redes sociales y medios de comunicación se preguntan, ¿hasta cuándo señor presidente, hasta cuándo?  

 

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