¡¡EDGAR JUAREZ MEDINA HERRERA!!

(QEPD mi amigo del Limón)

Por: Pepe Izaguirre

“Su Majestad”: Así le decían sus hermanos.

Era yo muy jovencito (14 años) cuando entre a trabajar al taller industrial propiedad del padre de mis amigos los Medina Herrera, allá en La Fundición. Con ellos aprendí las artes de la soldadura que me sirvieron cuando por necesidad y ya casado ingresé a laborar en una empresa constructora en la Refinería de Cd. Madero.

Edgar, el más grande de los herederos de Don Juárez y Doña Manuela, era un joven corpulento y como toda la familia, muy educado. Siempre recibí de ellos, como a todos sus trabajadores lo daban, un trato más que de empleado, cercano a la hermandad. Edgar, Vladimir, Melchor, Juárez, Lupe y Chela, niños también, se paseaban por el taller y no solo jugaban, también trabajaban al ritmo que lo hacíamos todos los que ahí laborábamos.

Toda la familia era de presencia física respetable. Una vez, que estaba yo ayudando a Don Miguel “El Oso” Ramírez a empujar una lámina para que la punteara con su soplete y no alcanzar el objetivo, se acercó Don Juárez que iba llegando con Edgar y me pidió la tabla con la que yo hacía la palanca y me dijo: ¡Fíjese como se hace! Se paró y empujó con tal facilidad que rápido Don Miguel pudo cumplir su objetivo. Me enseñó el procedimiento y Edgar lo repitió en señal también de aprendizaje. Así muchas anécdotas y aprendizajes más.

En honor a Edgar que se nos ha adelantado y su familia podría contar más historias, lo cual un día haré.

Abrazo con todo mi corazón a las familias de Vladimir, Melchor, Juárez, Lupe y Chela y a la familia directa de «Su Majestad»

Que la fuerza de su amor le ayude a superar este trance.